Desayunar en España no debe suponer ningún problema para un vegano pues tradicionalmente nuestra primera comida del día es ya prácticamente vegana en su totalidad (insisto, casi). Incluso en un bar siempre puedes pedirte unas barritas de aceite y o un café solo (porque la leche de soja brilla por su ausencia), una infusión o un zumo.
En los países del norte de Europa o en Estados Unidos, por ejemplo, lo más normal es desayunar cerdo. Cerdo, cerdo y más cerdo. Aunque, en contrapartida, ellos tienen muchas más tiendas y restaurantes veganos (aún así no cambio mis fruterías por sus tiendas).
No supone nada nuevo decir que, sin tener en cuenta la escasez de recursos, los países menos desarrollados económicamente tienen hábitos alimenticios más saludables que los que lo están más. No es este un lugar para hablar acerca de un tema tan serio y complejo, pero está claro que, a grandes rasgos y en general, el modelo capitalista nos hace desear cosas (en este caso, alimentos) que en realidad no necesitamos y, lo que es peor, que no son saludables y si lo unimos a la falta de tiempo supone que cuanto más desarrollado económicamente está un país peor comen sus habitantes.
Afortunadamente, en España, en parte por la importancia que tradicionalmente se le ha dado a la comida (aunque las nuevas generaciones están perdiendo este interés) y en parte por la estratégica situación geográfica del país, que le hace ser productor de gran variedad de productos de origen vegetal, es muy fácil que un vegano pueda alimentarse.
Si exceptuamos los lácteos, que tradicionalmente han copado nuestros desayunos, los cereales y las frutas (aunque sea en forma de confitura o zumo) son esenciales.
Os presento algunos ejemplos de desayunos deliciosos con los que yo me alegro las mañanas, desayunos rápidos de preparar y económicos:
TOSTADAS
O bien de pan de panadería (barra, chapara, hogaza...) o bien de pan de molde (que sea vegano). En ellas puedes poner de todo: tomate triturado, aceite de oliva virgen extra y sal; aceite y azúcar; confitura; membrillo; margarina vegana; frutas de temporada; sirope; paté de vegetales o de legumbres...
TORTITAS
Tradicionalmente la masa de las tortitas lleva huevo y leche, pero lo cierto es que quedan buenísimas con leche de soja y sin huevo. Son un poco más trabajosas de hacer aunque la masa puede prepararse el día de antes y dejarse en la nevera.
Ingredientes: 225 gramos de harina de trigo, 300 ml de leche de soja, 2 cucharadas de margarina vegana o 1 de aceite de girasol, 1 cucharadita de levadura en polvo o de bicarbonato. Incluir o no azúcar es opcional.
Mezclar todo bien y engrasar ligeramente la sartén o plancha en que vayamos a cocinarlas con aceite de girasol o margarina vegana.
Se cocinan a fuego medio y sin dejar de vigilarlas.
A mí me gustan con sirope de arce, pero se pueden tomar solas, con salsa de chocolate, con margarina vegana, con frutas...
FRUTA
Tan fácil como comprar fruta y comerla.
YOGUR
En las grandes superficies ya es habitual encontrar yogures de soja, incluso de marca blanca, que salen francamente buenos y económicos. Los hay de sabores, pero a mí me gusta el natural sin azúcar pues así puedo aderezarlo a mi gusto: arroz o avena inflados, copos de maíz, frutos secos, semillas, membrillo, sirope, melaza, fruta, confitura...
Eso sí, desde aquí hago un llamamiento a las ecotiendas y grandes superficies para que, al igual que hacen con los yogures de leche, vendan los de soja en gran formato (de 500 gramos en adelante).
CHURROS Y PORRAS
El típico desayuno madrileño es totalmente apto para paladares veganos.
GALLETAS
En grandes superficies, lamentablemente en la sección dietética, suelen tener galletas aptas para veganos, pero es dificilísimo encontrarlas. Te tienes que "pelear" con muchos paquetes de galletas hasta encontrar las tuyas y, además, las maltratan bastante porque una vez que encuentras una marca y modelo que te valen puede ser que no vuelvas a encontrarlo la próxima vez que vayas a comprar. Cuando comienzo a acercarme a la sección dietética me entran sudores fríos y es, de todo el proceso de compra, sin lugar a dudas el más desagradable para mí y el que más tiempo me quita.
No obstante, hacer galletas veganas en casa en relativamente fácil para personas acostumbradas a manejar masas.
Ingredientes: 225 gramos de harina, 90 gramos de azúcar, 1 ó 2 cucharadas de leche de soja (lo justo para humedecer la masa) y aceite de girasol. ¿Cuánto aceite? Es difícil de decir pues depende en gran medida de la harina, que no siempre se comporta igual; mi consejo, ir añadiendo poco a poco hasta que la masa sea "amasable", teniendo en cuenta que se desmigará un poco.
¡Ah! Es una masa que no debe ser amasada demasiado sino que es preferible que tenga algún grumo y se maneja mucho mejor cuando está fría así que sería buena idea refrigerarla un poco.
No preocuparse, es una masa que se rectifica con facilidad: que te queda muy seca, añade un poco de aceite; que te queda muy húmeda, añade un poco de harina.
A la masa puede ponerle pepitas de chocolate, trozos de fruta seca, pasas, frutos secos... o nada.
Cocinar al horno a 170º C sin dejar de vigilar pues se cocinan muy rápido.
EMPAREDADO
Si nos van los desayunos salados ¿por qué no un emparedado?
Yo suelo preparar uno con pan de molde tostado en el que pongo lo siguiente: en una de las rebanadas unto un poco de tahina (pasta de semillas de sésamo), encima coloco cebolla (pochada o cruda si tengo prisa), dos láminas de pepino o, si no tengo, pepinillo, después un par de rodajas de tomate (si no tengo, lo pongo seco), lechuga en juliana y un poco de mostaza. Está delicioso.
Pero es que el mundo de los emparedados es inmenso de modo que aconsejo aplicar la imaginación y lo que tengamos en la nevera en ese momento.
FRIJOLES
A mí no me gustan pero, por ejemplo, a mi hermano le encantan y a veces los desayuna. Prepararlos en casa (más para el desayuno) puede ser un poco engorroso, pero hay una famosa marca que los vende enlatados y son 100 % veganos. Se pueden comprar en grandes superficies, normalmente en la sección de comida internacional, si el supermercado dispone de esa sección, o en la zona de comida enlatada.
PARA BEBER
Café, té o cualquier otra infusión, zumos, batidos o sencillamente un vaso de agua (a veces es lo que más me apetece).
Hace algunos meses nos hicimos con un molinillo de café y ahora compramos el café en grano y lo molemos en el momento del desayuno. Fue una gran decisión, el café tiene más aroma y sabor y el molinillo es un electrodoméstico relativamente barato.
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