martes, 2 de septiembre de 2014

MI PERRO SE HA PERDIDO: QUÉ HAGO

Es más habitual de lo que creemos que un perro se pierda y la mayor parte de las veces (quiero pensar) eso supone un disgusto muy muy grande, enorme, inconmensurable, para la familia del can. En ocasiones ocurre porque le tenemos desde hace poco tiempo y no nos tiene confianza, otras porque se asusta de los petardos u otra cosa y huye, o puede ocurrir que durante un instante humano y perro se despisten. Sea como fuere ocurre.

Sé que pasa porque yo misma he encontrado varias veces perros perdidos y cuando te encuentras a uno al que no puedes coger porque te rehúye, lo intentas y lo intentas y nada, es desesperante.

Anteayer mi hermano y yo nos encontramos una perra perdida, una mestiza de galgo con pointer negra y bien cuidada que llevaba un collar muy característico que denotaba que era la perra de alguien. Fue imposible cogerla. Cualquiera que se haya encontrado en esta situación sabe lo desesperante que es porque los perros son muy rápidos y si no quieren ni les hueles.

A la perra la perdimos de vista, pero a la mañana siguiente con quien sí dimos fue con la humana con la que esta perra vivía, que la estaba buscando con gran preocupación. Después de hablar con ella me quedó clarísimo que quiere a su perra y que está verdaderamente preocupada por ella, pero no está haciendo lo correcto para recuperarla, no está poniendo ninguna energía en su búsqueda, a pesar de los consejos que le dimos; resulta en exceso pasiva para recuperarla. Si eres una persona enérgica y resolutiva una reacción así te vuelve loca. Parece que piensa que un día va a abrir la puerta de casa y se la va a encontrar ahí, esperando. ¡Con la cantidad de peligros que hay para un perro en una ciudad como Madrid!

Si se hubiera perdido mi perra yo estaría levantando Madrid, sin que eso desde luego suponga que vayas a recuperarla, ni muchísimo menos. Pero es que cuanto más tiempo pasa desde la desaparición más difícil es recuperar al perro... con vida. Eso es así, hablando claro.

Las primeras 24 h son cruciales; transcurrido ese tiempo puede aparecer en Nepal.

Así que esto es lo que debes hacer si tu perro se pierde:

1.- En cuanto detectes su ausencia busca en los alrededores. El perro está cerca (si no te lo han robado, cosa poco probable si es un chucho, si es grande o si es mayor, salvo que sea de caza), así que peina la zona llamándolo sin cesar. Si ha huído ve en esa dirección, si no ha huído ve hacia casa; y vuelve constantemente al último lugar en el que le viste pues puede ser que él también te esté buscando.

2.- Pide ayuda a la gente que te encuentres por la calle en ese momento. Alguno será un amante de los animales con perro y entenderá perfectamente por lo que estás pasando. No te cortes, es tu perro y el que tiene vergüenza ni come ni almuerza.

Pero recuerda darles tu número de teléfono; si el perro está asustado un desconocido no podrá cogerlo y si lo ven lo que tienen que hacer es seguirle sin molestarle y avisarte a ti para que seas tú quien lo llame.

3.- Bien, lo has buscado por los alrededores y es un hecho, el perro se ha perdido. No entres en pánico, una persona asustada no es eficiente y ahora toca serlo. ¡Ah! El móvil con batería, por favor.

Si hace falta y puedes te pides el día libre en el trabajo (yo lo haría, me pediría el día o dimitiría si fuera necesario).

Notifica la pérdida al Registro de Identificación de Animales de Compañía de la Comunidad Autónoma en la que vivas, denuncia ante la policía local y la guardia civil (SEPRONA) y si les das una foto de tu perro mucho mejor.

Recuerda que si provoca un accidente tú serás el responsable.

4.- Avisa a todos los amigos y conocidos que tengas, sé pesado. Cuanta más gente te ayude en esto mucho mejor: necesitas un equipo, hacer turnos y organizar. Y si nadie te ayuda hazlo tú solo.

Todo el mundo debe tener tu número de teléfono y todos deben tener claro que, si es un perro huidizo, solo las personas que conocen al perro y con las que este tiene confianza deben intentar cogerlo o huirá más lejos aún.

Debe haber gente buscándole las 24 h (AL MENOS los dos primeros días) porque el perro no se va a parar, ni siquiera de noche. Es más, es más probable que sea precisamente de noche cuando se mueva pues todo está más tranquilo.

No dejes de buscar, nunca. No te pares.

Buscar a un perro en coche está bien, pero lo más práctico es hacerlo andando o en bici porque tu perro puede estar escondido en cualquier callejuela o rinconcillo. ¡Agilidad! Ten presente que si quieres encontrarle vas a tener que ser capaz de andar tanto como él y además en todas las direcciones pues desconoces hacia dónde ha ido.

5.- Si has sido rápido y eficiente en todo lo dicho hasta ahora el perro no debe estar muy lejos así que tal vez todavía pueda volver solo a casa o a lugares que le resultan familiares. A veces, después de tranquilizarse, sencillamente deciden darse una vuelta por su cuenta. Eso significa que, si vives en un piso o en una casa a la que el perro no puede entrar por si mismo, debe haber en la puerta permanentemente alguien de guardia porque si vuelve a casa y no hay nadie para abrirle podría volver a marcharse. Eso pasa. También será conveniente patrullar en sus lugares habituales.

6.- Imprime carteles y pégalos en un radio considerable alrededor de tu casa y digo considerable porque los perros son capaces de andar muchísimos kilómetros. En esos carteles debe aparecer una foto de tu perro, su nombre, descripción del collar y tu número de teléfono. Si tu perro es miedoso o huidizo debes dejar claro en el cartel que no deben intentar cogerlo sino avisarte inmediatamente (y si alguien te avisa debes volar).

Sería bueno que ofrecieras una recompensa, aunque no sea mucho. Si no tienes dinero lo pides. El dinero mueve el mundo.

Y esto es muy importante: si alguien te llama diciendo que tiene a tu perro y se niega a dártelo sin que le pagues antes o te pide más dinero o pretende chantajearte de cualquier modo el ordenamiento jurídico me obliga a decirte que debes ponerlo en conocimiento de la policía de inmediato, aunque yo personalmente elegiría otras opciones.

7.- En todos los parques y lugares habituales de paseo de perros en un radio considerable (CONSIDERABLE, recuerda que el perro puede andar muchísimos kilómetros) alrededor de tu casa todo el mundo, TODO EL MUNDO, debe saber quién eres, que has perdido a tu perro, cómo es tu perro y tu número de teléfono. Si es un perro huidizo todos deben saber que si lo ven no tienen que intentar cogerlo sino que tienen que llamarte inmediatamente. Hazte famoso.

8.- Publica la pérdida del perro en todas los perfiles animalistas de las redes sociales (twitter y facebook fundamentalmente). Los animalistas son gente muy bien organizada y comparten la información a gran velocidad. Recuerda dar tu número de teléfono y todos los detalles necesarios para identificar al perro (con foto).

Ellos serán una ayuda inestimable y, además, algunos tienen los conocimientos necesarios para coger a un perro huidizo.

Algunos lugares en los que además puedes publicar la pérdida:






Y lo más importante, seguro que en tu barrio hay algún grupo que se encarga de difundir esta clase de noticias o un foro del barrio: házselo saber y pídeles ayuda.

9.- Peina el barrio y ve ampliando paulatinamente el radio de búsqueda, colgando carteles y contándole tu caso a la gente, haz por que empaticen contigo, que no se olviden de ti, de tu cara, sobre todo los que van con perro. El tiempo es vital.

10.- Si has perdido un perro de caza y cerca de tu casa hay cazadores o un asentamiento chabolista ve a preguntar y no estaría de más que, si no está por ahí tu perro, les cuentes lo que te ha pasado y que ofrezcas dinero por recuperarlo. Nunca se sabe, no es momento de andarse con prejuicios contra los prejuicios, se trata de recuperar a tu perro y recuperarlo vivo por lo que la gente, toda la gente, debe convertirse en una extensión de ti mismo con el único objetivo de que tu perro vuelva. De nuevo, dales tu número de teléfono; dale tu número de teléfono a todo el mundo.

11.- Notifica la situación a todas las perreras, refugios, albergues y veterinarios.

12.- Delega funciones entre las personas de tu confianza, salvo que  sea imposible; si tratas de hacerlo todo solo fallarás en algo. Si no aparece que no sea porque no pusiste todo de tu parte.

13.- Hay perros que, al huir, han entrado en tal estado de pánico que será difícil atraparlos, incluso por el propio humano con el que viven; en ese caso lo mejor es pedir ayuda a profesionales: Rescatadog.

13.- No te rindas: un perro puede andar muchos kilómetros e incluso aparecer pasados varios meses o años.

OTROS CONSEJOS

El perro siempre debe estar debidamente identificado mediante microchip, pero además es conveniente que lleve una placa con tu número de teléfono.

Los datos del perro en el Registro de Animales de Compañía deben estar actualizados y si te trasladas de Comunidad Autónoma recuerda notificarlo.

Los galgos necesitan collares especiales pues tienen la cabeza muy estrecha y es fácil que se suelten.

Si con el perro existe peligro de escape o bien porque es un escapista o bien por sus condiciones físicas lo aconsejable es utilizar un arnés de tres puntas.

Las correas extensibles son una porquería, lo ideal es que llevéis una correa de adiestramiento.

Las correas se sujetan con vigor, sin agresividad pero con fuerza, sin tensión pero con confianza. No todo el mundo vale para esto, pero es que no todo el mundo debería tener perro. Es cierto que al perro se le maneja con la mente, no con el cuerpo, pero el uso de la correa en determinados momentos es imprescindible.

Los perros, incluso los pequeños, necesitan hacer ejercicio y así estarán tranquilos y felices. Hacer ejercicio no es salir al parque que está cerca de casa a que tú te sientes en un banco; hacer ejercicio para un perro es andar. Es bueno que el perro ande, mucho, sin más, sin juegos, a tu lado y sin tirar de la correa, concentrado sencillamente en andar, y que se canse. Un perro cansado es un perro con menos tendencia a meterse en líos y proclive a aprender. Por mucho que te gusten los perros, si no estás listo para esto es mejor que no tengas un perro, puedes comprarte un tamagotchi.

Si no quieres moverte pero tu necesidad de tener un perro es imperiosa puedes ayudar como voluntario en los refugios, allí se necesita mucha ayuda; si con eso no te basta quizás tu problema sea emocional, pero te garantizo que un perro no va a llenar esos vacíos, esos vacíos los llena un psiquiatra.

En cuestiones de obediencia las salchichas serán tus mejores aliadas. Recuerda que un perro no nace sabiendo obedecerte, le tienes que enseñar.

Por ejemplo, mi perra y yo jugamos a la pelota y ella siempre me la trae y la pone o en mi mano o en mi pie, según yo se lo pida. En muchas ocasiones (demasiadas) otra gente me ha dicho algo así como "yo con mi perro no juego a la pelota porque no sabe traerla, qué suerte tienes". No es cuestión de suerte, mi perra no sabía devolverme la pelota y ponerla en mi mano, tuve que enseñarle.

Si tienes al perro desde hace poco tiempo no lo sueltes hasta que no estés completamente seguro de que te obedece. En serio, sé que es muy tentador soltarlo para que juegue y disfrutar de él, pero primero es la disciplina y después el cariño y la diversión. Si el perro no está bien educado ni él ni tú estáis listos para disfrutar de la relación y además es muy probable que resultéis molestos para otros tándem humano-perro.

Es alucinante la cantidad de perros mal educados que, entre otras cosas, no hacen ni caso a sus humanos. Quizás hiera sensibilidades si me lee algún conocido pero lo cierto es que de los perros con los que me cruzo en mis paseos la inmensa mayoría no tienen ningún tipo de educación, pero son perros buenos sin problemas y, en principio, no pasa nada grave (salvo que molestan). Sin embargo cuando, como el caso que nos toca ahora, damos con un perro miedoso o escapista, la educación se torna fundamental.

Mi perra tenía serios problemas de traumas y miedos cuando la adoptamos, y al principio era, entre otras muchas cosas, muy peligrosas, una escapista y pasaron varios meses hasta que la solté con tranquilidad. Fueron unos meses tediosos y agotadores de andar muchos kilómetros para que hiciera ejercicio y se cansara, complementados con sesiones de aprendizaje tanto para ella como para mí con ella.

Lo primero que tienes que enseñarle a tu perro es su nombre (cuando lo digas debe mirarte a los ojos al momento), después la orden "quieto" y la llamada (que acuda cuando le llames). Estas órdenes, junto con el "no", son las imprescindibles y debe obedecer de manera inmediata (o casi). Si después quieres enseñarle a sentarse, a dar la pata, a hacer volteretas o a planchar ya es cosa tuya, pero las que te he dicho son las órdenes imprescindibles sin las que la convivencia con tu perro será difícil para ti, que le quieres, y sobre todo para los demás, que no le quieren tanto como tú.

Teniendo en cuenta que hay gente a la que le da por poner comida envenenada o con cristales por las calles, la orden "deja" es también casi imprescindible.

Si no eres capaz de adiestrar a tu perro contrata a alguien que lo haga por ti, aunque no debe ser necesario porque, siempre que el perro no tenga problemas de conducta, estas órdenes básicas son sencillas de enseñar. Investiga en internet, hay muchos tutoriales.

Es bueno que tu perro te relacione con la seguridad, que se sienta muy seguro contigo, que no te tenga miedo, que sepa que tú vas a protegerle, que es cierto que eres el jefe pero no solo para ordenar sino también para responsabilizarte.

Cuando mi perra llegó a casa no se fiaba de mí ni un pelo (me enseñaba los dientes). Un día estábamos paseando por una zona de casas bajas y se escapó un mastín descomunal que sin pensárselo comenzó a correr hacia ella con todos los indicadores de que se la iba a comer viva (era una alerta roja). Entonces yo agarré a mi perra por el collar y la puse detrás mía mientras, con mi cuerpo, servía de barrera entre el mastín y ella; si el mastín se movía yo me movía, con mi perra siempre detrás (afortunadamente el mastín en ningún momento mostró interés por mí, solo por la perra). Fueron unos segundos interminables que sirvieron para que a la humana del mastín le diera tiempo de correr hacia nosotros y sujetarlo. Desde ese día mi perra confió en mí y no volvió a enseñarme los dientes y ahora cuando nos encontramos con un perro sospechoso se pone detrás mía para que me las apañe yo.

Hay un ejercicio que yo práctico mucho con mi perra: a veces, en un exceso de confianza por su parte o porque quiere perseguir algo que encuentra interesante o amenazador, se separa de mí más de lo que yo considero tolerable. Lo que hago es, sin perderla de vista, esconderme y seguirla sin que me vea. Cuando se da cuenta de que se ha alejado demasiado y además no me ve entra en pánico y comienza a buscarme; generalmente vuelve al último sitio en el que me vio y desde ahí va hacia atrás, desandando el camino hecho, y luego hacia delante, siempre con gran ansiedad. Sé que sufre pero no me da ninguna pena; pena me daría que se perdiera, tanta que querría morirme.

Cuando ha pasado un rato (a veces me encuentra por sí misma) aparezco y la premio con caricias y felicitaciones. Y seguimos el paseo como si nada.

En la web de Sr, Perro, que me encanta, hay un artículo sobre localizadores para perros. Los que puedes usar en España son demasiado aparatosos y, teniendo en cuenta que mi perra no se separa de mí y que juega con otros perros como una salvaje, no voy a hacerme con ningúno; no obstante, el localizado Tagg me encanta y en cuanto pueda usarse en España voy a hacerme con uno.

QUÉ HACER SI TE ENCUENTRAS UN PERRO PERDIDO

Si es un perro sin miedos cógelo y o bien avisa a su humano, si lo conoces, o llévalo a un veterinario para que le lean el microchip.

Si es un perro huidizo y sabes con qué humano vive y puedes ponerte en contracto con él avísale sin perder de vista en ningún momento al perro. Puede ser que el perro vaya a cruzar una carretera; bien, ese es el momento de comportarte como un demente y, si tu vida no corre peligro (no lo hagas en la M30 ¿vale? Sentido común), detén el tráfico.

Si no sabes de quién es el perro intenta cogerle, con tranquilidad, confianza y comida (a veces ayuda ir acompañado de otro perro). Pero lo normal es que no se deje coger de ninguna manera. Es una situación desesperante y debes aceptar que lo más probable es que lo pierdas. Así es la vida.

Hay gente especializada en "cazar" a perros huidizos, con lazos o incluso con jaulas trampa. Si sabes dónde encontrar al perro y no lo puedes coger avisa a una protectora para que te ayuden a "cazarlo".

En esta web están especializados precisamente en esto, en cazar a perros huidizos: Rescatadog.

Una vez que tengas al perro en tu poder llévalo inmediatamente a un veterinario para que le lean el microchip y así hacer que finalmente humano y perro se reencuentren.

Si encontrame con Cleo cuando vuelvo de trabajar es una fiesta no me quiero ni imaginar cómo será después de una prueba tan dura (ni me apetece descubrirlo).

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