martes, 24 de febrero de 2015

LA INCOMPRENSIÓN O EL ODIO DE LOS CARNÍVOROS


Soy vegana desde hace relativamente poco tiempo y, como se dice en ¿Qué mierda comen los veganos?, en realidad uno no pasa de ser carnívoro a ser vegano sino que el veganismo supone un proceso, un camino de perfeccionamiento que no acaba nunca. 

En realidad yo llevaba muchos años pensando en ello; el pensamiento iba y venía, pero lo tenía guardado en aquel lugar en el que almacenamos aquello en lo que no queremos pensar. Pero mi hermano fue mucho más valiente y, sin avisar, de la noche a la mañana (literalmente), se hizo vegetariano y, después, vegano. Y a mí ya no me fue posible seguir mirando a otro lado. 

Recuerdo el instante en el que supe sin lugar a dudas que acabaría siendo vegana, me estaba comiendo una deliciosa codorniz asada al horno y, cuando la miré, vi al animal, no la comida, y lo supe. Es curioso porque en aquel mismo instante la persona con la comía estaba taladrándome con un discurso acerca del sinsentido del vegetarianismo, pero con cada una de sus palabras yo, internamente, me convencía cada vez más de que era algo que me iba a ocurrir. Aún así, tardé unos cuantos meses más y finalmente di el paso. 

miércoles, 18 de febrero de 2015

DESCUBRIENDO EL MUNDO DE LOS MONOS

Que el resto de seres vivos de La Tierra tienen el mismo derecho a ocupar el planeta para nosotros, los veganos, es un hecho. Que todos los animales tienen el mismo derecho a la vida por estos lugares veganos se da por sentado.

Cualquiera que sea capaz de un mínimo de razonamiento lógico tiene que entender que si para un vegano todos los animales tienen el mismo derecho a la vida (el mismo, no parecido) entonces para nosotros, por ejemplo, una corrida de toros es inadmisible (y no se puede respetar) del mismo modo que lo es el maltrato entre seres humanos y que, por tanto, hay cuestiones que nunca podremos entender ni respetar por mucho que nos lo pidan. Sin embargo, lo que sí entiendo es que cada uno necesita su propio proceso.

También es verdad que los tiempos cambian. No seré yo quien lance improperios indiscriminados hacia todos los cazadores; por un lado es cierto que en España la caza ya no es necesaria para alimentarse, que la caza deportiva, en cualquier lugar del mundo, es asquerosa y que muchos cazadores además maltratan a sus perros, pero por otro fue un cazador, mi abuelo, el primero que me enseñó a amar la naturaleza, la primera persona a la que vi rescatar a un animal herido (un precioso milano) y que sé de cazadores que adoran a sus perros. No me van las cazas de brujas. Y conozco a un taurino, cuyos gustos en este sentido desde luego no comparto, que es una de las mejores personas que conozco, bueno, sensible, noble, generoso, educado y encantador. Como he dicho, los tiempos cambian.

El otro día publicaban en la prensa que los perros pueden distinguir la sonrisa del enfado en una cara humana y a mí me dio la risa. Lo han descubierto unos científicos austríacos, que han debido de gastar un montón de dinero para desvelar un misterio que cualquier humano que convive con un perro podría haberles contado. Y no hablo de algo que yo haya sentido sino de algo que he visto.

El problema aquí, ya lo he dicho otras veces, es que nos sentimos el centro del universo cuando en realidad somos una caquita flotante en la inmensidad. Saberse "caca" es muy liberador.

Y todo esto viene a colación de un magnífico documental que vi el otro día relativo a los monos, nuestros parientes más cercanos, a los que todavía consideramos animales irracionales y sin emociones y a los que encerramos en jaulas para el divertimento de los cachorros humanos.

El documental está dividido en tres partes de 50 minutos cada una y os recomiendo su visionado, aunque sea de poco en poco, porque está francamente bien.

1.- Descubriendo el mundo de los monos: El diseño primordial.
2.- Descubriendo el mundo de los monos: Asuntos de familia.
3.- Descubriendo el mundo de los monos: Cerebros pensantes.

Y, ya que estamos, también os recomiendo, sobre todo por lo alucinante de su historia, un documental sobre Machli, la reina de los tigres.

lunes, 16 de febrero de 2015

ENTREVISTA EN ONDA CERO Y PRESENTACIÓN


Como algunos de vosotros ya sabéis (y otros os enteráis ahora), hace algunas semanas mis hermanos y yo publicamos un par de libros de recetas. A pesar de que respondo completamente tanto de mi trabajo como del de mis hermanos, pues lo hicimos con gran responsabilidad, aunque los tiempos de entrega no permitieron que este fuera todo lo redondo que me habría gustado, me he apartado completamente de toda la historia porque, por diversos motivos, la experiencia ha sido decepcionante. No es que haya sido cruzar el Valle de la Sombra y de la Muerte, pero sí de esas situaciones que es mejor dejar atrás porque aportan más molestias que otra cosa.

Sin embargo, cuestiones de la vida, este sábado mi hermano, gracias a una buena amiga que lo ha organizado todo, ha hecho una presentación en Hinojedo (Cantabria) acerca del veganismo, lo que significa, sus consecuencias, ha resuelto dudas entre los asistentes, ha cocinado alguna cosilla y, como complemento, ha llevado los libros. En relación con la charla el viernes le entrevistaron desde Onda Cero Cantabria.

domingo, 15 de febrero de 2015

UN DÍA PERFECTO


Si no fuera porque antecede al lunes el domingo sería mi día favorito de la semana. Y hoy concretamente, ha sido un día maravilloso porque he desayunado como una reina, tempranito, y después me he ido a la sierra con mi Cleo.

sábado, 14 de febrero de 2015

SOPA DE PUERRO

Para estos días fríos y húmedos lo que mejor sienta es comer algo calentito, si se prepara rápido y fácil todavía mejor.

Llevo días dándole vueltas a la sopa de puerro y, como mañana me voy a la sierra con mi perra, pensé que era un tentempié ideal para llevar en el termo porque calienta y llena bastante (con sus picatostes envueltos en papel de aluminio; estar en el campo no quita para comer con cierta sofisticación).


miércoles, 11 de febrero de 2015

LA TRUFA NEGRA II


A pasar de que escribo mucho tiempo después de comprar a Trufito en realidad el pobre duró poco y, cuando se murió, quise llorar. Ese aroma...

Como mi economía es ajustada y la trufa es tan cara en principio yo quería hacer mil cosas con la trufa, pero en realidad una sola trufa no da para mucho (de hecho, lo ideal es contar al menos con dos, una para volverte loco y otra para usar con cabeza). Creí que acabaría preparando elaborados platos con ella pero es que no da de sí así que fui a lo sencillo, a lo seguro.

Trufito se dividió en 3: una parte para un pastel de patata, una parte para una pizza y otra parte como regalo a alguien muy especial.



La próxima vez que os pregunten qué comen los veganos enseñadles esto.

martes, 10 de febrero de 2015

COCIDO MONTAÑÉS

Mi guiso favorito es indiscutiblemente el cocido montañés. Y llegados a este punto os oigo gritar "no, el mejor es el madrileño", "no, no, es el lacón con grelos", "la escudella es la mejor", "¿y el puchero andaluz?"... Me da igual, el guiso más rico del mundo es el cocido montañés y punto. Y comerlo en el Valle de Cabuérniga después de un día de caminata, mejor aún si ha llovido un poco, es subir al cielo. ¡Ay, mi Cantabria querida!


Nuestra amiga Leticia nos regaló 400 gramitos de alubias blancas para cocindo montañés, de las minúsculas (alubia plancheta), que, por cierto, cuestan un copón, y, como estamos en temporada de berza, me animé a hacer un cocido montañés totalmente vegano.

miércoles, 4 de febrero de 2015

martes, 3 de febrero de 2015

¿QUÉ MIERDA COMEN LOS VEGANOS?

Es agradable encontrar entre tanto despropósito un blog escrito por gente que sabe de lo que habla, de disfrutar de la comida, de hacerlo fácil y rico, con naturalidad... Me refiero a ¿Qué mierda comen los veganos? Igualmente me complace poder leer a alguien (desconozco si el autor es uno o varios, él o ella) que escribe, entre tantos gañanes como somos en internet, con algo de inteligencia y buen gusto.

El blog no tiene muchas entradas, pero lo poquito que tiene está bien pensado. Yo, que pienso fundamentalmente con el estómago, me lo quiero comer todo. TODO.

Gracias a ellos ayer comí un bocadillo de aguacate que fue una delicia ya desde su génesis: el olor que desprendía el horno, la sencillez de su elaboración, clavar los dientes en él, degustarlo...

Es un tentempié más bien estival pues no es temporada ni de tomates ni de aguacates... pero hice una excepción (uno tiene que saber cuándo romper algunas de sus propias reglas).