No estoy diciendo nada nuevo cuando afirmo que la convivencia con animales, fundamentalmente otros mamíferos, tiene propiedades terapéuticas. Conozco a una chica, terapeuta y jinete, que ayuda a niños autistas enseñándoles a montar a caballo y cuenta maravillas; sus historias son siempre emocionantes.
Vosotros, personas bien informadas, ya habréis leído un montón de historias de perros que cambiaron la vida de alguna persona que atravesaba una situación difícil así que no voy a ahondar en ello. Definitivamente sí, los animales son terapéuticos.
Yo misma me he beneficiado de ello en muchas ocasiones; en momentos muy difíciles de mi vida, en los que soportaba una carga enorme sobre mis hombros y sentía que no podía compartirla con nadie salía de paseo con mi amadísima Cleo y volvía a casa como nueva.
Por tanto ¿por qué no gestionar que de algún modo las mascotas puedan visitar sus familiares hospitalizados cuando vayan a estar mucho tiempo ingresados? Entiendo la dificultad del asunto, es un hospital, donde todo debería estar inmaculado y además está el escollo de toda la gente que odia a los animales, que es mucha, pero ya se está haciendo en algunos hospitales, con gran éxito.
Además, quien haya estado en un hospital sabe que la teoría no se corresponde con la práctica y que, normalmente, suelen ser lugares sucios y todos sabemos que son uno de los principales focos de infecciones existente. Por tanto entiendo que con que el animal portase algún tipo de certificado de salubridad expedido por su veterinario debería ser más que suficiente, siempre que, asimismo, animal y acompañante humano cumpliesen con unos mínimos de buen comportamiento (animal bien educado, correa y bozal en los pasillos, etc.).
Entre otros, el hospital Rush University Center de Chicago permite que las mascotas visiten a sus familiares en un horario especial para ellos; aquí, en España, algunos perros de terapia hacen visitas a los hospitales y los beneficios están científicamente confirmados.
Soy consciente de que nos queda un largo camino por recorrer y si la posibilidad de viajar en metro con nuestros perros es totalmente nueva entiendo que para lo de los hospitales tendremos que esperar unos añitos, pero estoy convencida de que acabará pasando.
Una vez, hace algún tiempo, yo estuve a punto de colar a un perro en un hospital, la situación estaba totalmente justificada. La persona ingresada llevaba mucho tiempo dentro y además sabía que jamás saldría de allí así que ni lo dudé y diseñé un plan infalible para colar al perro de noche, pero finalmente a la persona hospitalizada no le pareció prudente así que "tomé prestada" una silla de ruedas del hospital y realicé el camino inverso, sacando a la persona del hospital para que pudiera ver a su perro. ¿No es triste que tuviera que ser así, de tapadillo, con prisas, con frío, para alguien muy enfermo? Y el encuentro fue mágico. Perro y humano nunca volvieron a verse.
Me gustaría que algún día las cosas fueran diferentes.
Os recomiendo este video de la web SrPerro, que tanto me gusta.