martes, 6 de enero de 2015

LA CENA DE NOCHEBUENA

Lamento haber tardado tanto en publicar la cena de Nochebuena, pero he estado de vacaciones y lo último que me ha apetecido era escribir en el blog. No obstante, con retraso, aquí está y ya os adelanto que fue todo un éxito.

Hace unos días en el diario digital 20 Minutos @LaCronicaVerde publicó el artículo Me rindo, no habrá Navidad vegetariana y se lió parda. En los comentarios hay un poco de todo, pero me sorprendió la gran animadversión que hay ante personas que sencillamente no comen nada que provenga de un animal y el gran desconocimiento que existe de este mundo. Hay vida más allá del tofu y, de hecho, en mi cena de Nochebuena no hubo ni tofu, ni soja texturizada ni ningún ingrediente extraño que no pueda comer normalmente cualquier persona media.


MENÚ DE NOCHEBUENA (100% VEGANO)

Saquito de puré de patatas y setas de cardo
Escabeche de verduritas confitadas
Cóctel de aguacate y rabanitos
Raviolli de rebozuelos y calabaza
Crepes de frutos rojos y salsa de chocolate blanco
Piña y coco frescos
Vino albariño casero (comprado)
Café, dulces y sidra



APROVISIONARSE

Compré el vino en Casa Breogán y, aunque no soy una entendida, me ha gustado bastante. Y los dulces en diferentes establecimientos: turrón de crema a la piedra de 1880, pasta de almendra de Hacendado, dátiles, orejones, pasas, ciruelas, fresas y melocotones secos, frutos secos garrapiñados, pan de higo y almendras...

El café lo compro de primera calidad y en grano y lo muelo en el momento pues su aroma y sabor son muchísimo mejores.

La sidra es indiscutiblemente El Gaitero de toda la vida porque es una tradición. Puede que haya champán, puede que haya sidra natural... pero El Gaitero en mi casa no falta desde que recuerdo y siempre que se pueda así será.

Le encargué a mi frutero de confianza los productos que iba a necesitar y fui a recogerlos el día 23 por la mañana. Es muy importante tener un frutero en el que puedas confiar, sobre todo si eres vegetariano o vegano; yo en el mío confío y mucho. Hay cantidad de fruterías con un excelente género, pero mi frutero de confianza y yo nos comunicamos y eso es imprescindible para mí.


Una vez que tienes el género en tu poder no es obligatorio pero sí muy útil que diseñes un plan de actuación pues cuando vas a dar de comer varios platos a varias personas es fácil que la cosa acabe descontrolada y tú con una severa contractura. Como soy una enferma de la organización me hago una tabla en una hoja de cálculo, pero esto es más algo personal que no es imprescindible (para mí sí lo es, pero porque soy una maniática y hago tablas para todo).

DISEÑA TU PLAN

Para diseñar tu plan lo mejor es que dividas las tareas entre las que puedes adelantar y las que tienes que hacer en el momento; las que puedes adelantar hazlas el día de antes (si es posible) y para las que tienes que hacer en el momento ten muy presente con cuántos fuegos y recipientes podrás contar o acabarás comiendo algún plato indeseablemente frío y esa es una mala recompensa para todo el trabajo realizado además de que los comensales son en general seres muy desagradecidos si algo sale mal (y muy agradecidos cuando es un éxito).

En mi caso, yo adelanté y, por tanto, preparé el día de antes el puré de patatas, el escabeche y sus verduritas confitadas (es mejor de un día para otro), la salsa rosa del cóctel, los raviolli (sin cocer) y su salsa, los crepes (sin montar) y la salsa de chocolate. Así el día 24 me pude ir de aperitivo, tomarme alguna copa de vino y además dormir una siestecita para estar bien descansada y radiante en Nochebuena.

El mismo día 24 por la mañana freí las patatas que acompañaban al saquito y monté la bandeja de los dulces (es fácil que quede muy hortera por lo que le pongo mucho mimo).

De este modo lo único que tuve que hacer sobre la marcha fue montar y cocinar en el horno el saquito, calentar el escabeche, montar el cóctel, cocer los raviolli y calentar su salsa, montar los crepes, partir la fruta y hacer café. Parece mucho pero en realidad son operaciones de pim pam pum (todo está más que pensado y calculado).

Mi manía por la organización llega a tal punto que la tabla la divido no solo en lo que puedo o no adelantar sino, para lo que hay que preparar sobre la marcha, con qué fuego podré contar y qué sartén o cazuela usaré. Y aún así siempre hay algo que sale mal por lo que hay que estar totalmente abierto a la improvisación y no perder el buen humor (¡es una fiesta!).

¡Ah! Otra cuestión completamente personal es que cuento la comida para no preparar de más y así tratar de evitar las sobras que, en muchas ocasiones se comen pero que otras acaban en la basura, lo que no digiero bien.

RECETAS

Todas las recetas son para dos personas.

SAQUITO DE PURÉ DE PATATAS Y SETAS DE CARDO


Esta es una receta muy fácil pero a la vez pintona por lo que te hará quedar de maravilla con tus invitados.

Ingredientes:

Masa filo (usé la marca J.R. porque es vegana)
4 patatas pequeñas o 2 grandes para asar
1 patata mediana para freír
6 setas de cardo medianas
2 trufitas de bote con su líquido (no dieron ningún sabor pero ya se sabe lo que pasa con lo barato que sale caro)
1 buena cucharada sopera de margarina
1 chorro de leche de soja
sal
pimienta
Cebollino para cerrar los sacos

Instrucciones:

Precalienta el horno a 200º C.

Lava muy bien las patatas y ásalas hasta que estén blandas (dependerá del tamaño de la patata, pero puede oscilar entre los 20 y los 40 minutos).

Cuando estén asadas saca la carne y tritura.

En un cazo pon un chorro de leche de soja, la mantequilla y la trufa junto con su líquido. Cuando esté tibio añade la patata y rectifica de leche si es necesario. Salpimienta.

Limpia y pela la patata para freír y córtala en rodajas de unos 3 mm de grosor. Fríe las rodajas para que queden blandas por dentro y doradas por fuera (lo mejor es dejarlas en el aceite a fuego fuerte 1 minutos, después bajar el fuego hasta que se ablanden por dentro y luego subas de nuevo el fuego a tope para que se doren). Retira sobre papel secante para eliminar el exceso de aceite.

Quita el tallo de las setas y fríelas en el mismo aceite de las patatas, a fuego fuerte, hasta que se doren por ambos lados. Retira en papel secante.

Sala tanto la patata como las setas.

Precalienta el horno a 180º C.

Monta el saco del siguiente modo: pon la masa filo y en su centro coloca una rodaja de patata, sobre ella una seta y encima una cucharada de puré de patata. Repite la operación tantas veces como desees hasta alcanzar el número de capas que prefieras (yo hice tres). Luego cierra el saco con cebollino o un poco de puerro.

Introduce en el horno hasta que el saco se dore.

Si no vas a servir inmediatamente puedes dejar el horno a 50º C y meter los sacos dentro para que se mantengan calientes.

Así queda el saquito cuando se estampa contra la puerta abierta del horno

ESCABECHE DE VERDURITAS CONFITADAS



Esta receta es, dentro de su sencillez, tal vez la más laboriosa de todas las que preparé, pero fue de lejos lo más rico.

El secreto es que las verduras y hortalizas queden al dente.

Ingredientes (para las verduras):

Patatas mini
Mazorcas baby
Zanahorias baby
Flores de coliflor
Flores de romanescu
Ajetes
Alcachofas
Cebollas francesas
Aceite de oliva virgen extra

Incluí flores de brócoli pero no caí en que el brócoli absorbe mucha grasa por lo que posteriormente no lo puse en el plato.

Para el escabeche:

1 zanahoria
1 cebolla
1 diente de ajo
1 hoja de laurel
Pimienta en grano
2 partes de aceite de oliva virgen extra
1 parte de vinagre de sidra
1 parte de vino blanco

Instrucciones (para las verduras):

Lo primero de todo es confitar las verduras (una opción alternativa consiste en cocinarlas al vapor). Para ello lo más fácil es usar un termómetro, pero no todo el mundo tiene (de los de personas no valen, por favor) por lo que se pondrá el aceite al fuego sin permitir que hierva en ningún momento pues confitar es cocinar en una grasa a baja temperatura.

Si disponemos de un termómetro entonces intentaremos que la temperatura del aceite esté siempre entre los 60 y los 80 º C (nunca más, nunca menos).

Primero introduce las patatas. Pasados 10 minutos introduce las zanahorias y las mazorcas y pasados 10 minutos el resto de verduras y hortalizas, que estarán 20 minutos más.


Lo de los tiempos no es una ciencia exacta, pero no preocuparse pues rectificar es fácil (no estamos haciendo souffle). Prueba las verduras y si ves que no están las dejas más tiempo, que ves que unas sí están hechas y otras no ve retirando las que sí estén hechas y dejas las que no pues no va a influir en el resultado (es importante, en cenas como esta, no imponerse objetivos muy complicados pues es fácil que algo se tuerza).

El aceite del confitado es una delicia por lo que podéis usarlo para cocinar con él.



Deja que las verduras se enfríen a temperatura ambiente.

Para el escabeche:

Parte las hortalizas en trozos. En una cazuela pon el aceite y dora las hortalizas y el laurel roto a fuego lento. Cuando estén doradas añade el vinagre y el vino y deja que todo cueza durante 20 minutos, siempre a fuego lento.

Una vez que esté listo retira las hortalizas y el laurel y deja que se enfríe a temperatura ambiente.

Cuando las verduras confitadas y el escabeche estén fríos puedes juntarlos y se conserva todo muy bien en la nevera.

Deja que todo el preparado repose al menos toda la noche.


Reposando en la nevera

En el emplatado me gusta incluir un poco del escabeche porque siempre hay quien quiere mojar pan.

CÓCTEL DE AGUACATE Y RABANITOS


Esta es una receta que, en su versión no vegana, siempre se comía en casa de mis abuelos en Nochebuena y este año hemos querido hacer un homenaje.

Ingredientes (para la salsa de cóctel):

50 ml de leche de soja
150 ml de aceite de girasol
2 cucharadas de zumo de naranja (natural, por favor)
1/2 cucharada de vermú blanco
1 cucharadita de tabasco
1 cucharada de ketchup
sal

Para la ensalada:

Lechuga
1 aguacate bien maduro
Cebolleta
Rabanitos rojos

Instrucciones:

Preparar la veganesa tiene su historia y es fácil que se corte por lo que es importante no agobiarse, armarse de paciencia y aprender de los errores (desde luego, es mucho más difícil que la mayonesa normal).

En el vaso de la batidora añade la leche de soja, el aceite y la sal, introduce la batidora hasta el fondo, bate durante 1 segundo, para, vuelve a batir durante 1 segundo, para y continúa así hasta que la salsa comience a emulsionar. Cuando veas que la salsa ya está emulsionada en la parte de abajo del vaso ve subiendo lentamente, según se vaya emulsionando la salsa y así hasta terminar.

Añade el resto de ingredientes y reserva.

Pica la lechuga, el aguacate, la cebolla y los rabanitos en juliana y presenta.

RAVIOLLI DE REBOZUELOS Y CALABAZA


Soy consciente de que estoy muy cansina con la pasta fresca, pero es que es algo perfecto: fácil de hacer, pintón y delicioso. ¡Encima puedes rellenarlo casi de lo que te dé la gana!

En esta ocasión paradójicamente aunque la pasta estaba deliciosa lo más rico fue la salsa.

La receta de la pasta fresca ya se ha tratado en este blog por lo que no voy a repetirla.

Ingredientes (para el relleno):

200 gr de rebozuelos
200 gr de calabaza
1 cebolla
2 cucharadas de margarina
1/2 vaso de Brandy
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta blanca
Sal

Para la salsa:

500 ml de caldo de verduras
1/2 cebolla
Sal al gusto
Aceite de oliva virgen extra

Instrucciones:

Pica todos los ingredientes del relleno y pocha en aceite de oliva a fuego muy lento, primero la cebolla y después la calabaza y, por último los rebozuelos. Debe cocinarse a fuego muy lento, muy despacio, casi debes olvidarte de ello y solo ir de vez en cuando a comprobar que no se quema y a dar alguna vuelta.


Cuando ya esté pochado, suave y meloso, sube el fuego, añade el Brandy y flamea. Salpimienta al gusto y reserva (si puede ser en la nevera mejor pues rellenar con algo frío es mucho mejor).

En este caso a mí me apetecía preparar unos raviolli bien grandes pero puedes darle la forma que desees.


Los raviolis puedes conservarlos sobre papel sulfurizado sobre un poco de harina y espolvoreando igualmente harina por encima, sin olvidar de tapar con papel transparente, y guardándolos en la nevera.

La salsa es muy sencilla pero resultona. Pica la cebolla en julinana y pocha sobre un diminuto chorro de aceite de oliva. Cuando esté melosa añade el caldo, sube el fuego y deja que reduzca hasta que quede bien espeso, sin dejar de remover. Merece la pena usar 1/2 litro de caldo para reducirlo al máximo pues todo el sabor se concentrará en muy poco espacio y quedará sabrosísimo.

Sala al gusto.

En el momento de la presentación bastará con que cuezas la pasta y calientes la salsa.

CREPES DE FRUTOS ROJOS Y SALSA DE CHOCOLATE BLANCO


El postre fue un exitazo rotundo pero, claro, con unos ingredientes así qué otra cosa podía ser. Los frutos rojos que me consiguió el frutero eran de primera, no solo por su aspecto (conseguir frutos rojos bonitos es relativamente fácil) sino por su sabor extraordinario. Y la salsa de chocolate blanco... Ummmmmmm.

De hecho, este postre, sin ser igual, está inspirado en una receta de mi cuñado con la que ganó el concurso de tapas que a veces celebramos en casa: brownie de chocolate blanco con pistachos. A mí me faltaron los pistachos, que no conseguí por falta de tiempo; pero os recomiendo que peléis y piquéis unos pistachos y espolvoreéis con ellos el crepe.

Eso sí, debo advertiros de que no es un postre barato.

Ingredientes (para los crepes):

70 gr de harina de trigo
155 ml de leche de soja (es probable que no se use toda)
100 ml de agua
1/2 cucharadita de goma xantana
30 ml de aceite de girasol
Un pellizco de sal
Margarina para hacer a la plancha

Para el relleno:

Fresas
Frambuesas
Moras
Arándanos
Grosellas

Para la salsa de chocolate blanco:

120 gr de manteca de cacao
70 gr de leche de soja
20 gr de leche de soja en polvo
14 gr de azúcar
1 vaina de vainilla

Instrucciones (para los crepes):

Tamiza la harina.

Pon el agua en el vaso de la batidora, añade la goma xantana y bate vigorosamente. El resultado tendrá la consistencia de la clara del huevo. Reserva.

Mezcla la harina con la sal y el azúcar y añade el aceite de girasol, la mezcla de agua y goma xantana, la mitad de la leche de soja y bate bien. Después ve añadiendo el resto de la leche de soja poco a poco mientras eliminar todos los grumos batiendo y alcanzas la consistencia adecuada. La masa tiene que ser casi líquida o el crepe no será delicado.

Es una masa difícil de manejar por lo que trátala con cuidado a la hora de cocinarla. Además será imprescindible usar una plancha o sartén que sea totalmente antiadherente.

En la plancha o sartén pon una cucharadita de margarina, vierte la cantidad de masa deseada cuando la margarina se haya derretido y la plancha o sartén esté caliente (normalmente es medio cazo pero en este caso yo quería crepes más pequeños) y con movimientos circulares de la muñeca haz que la masa se extienda por toda la superficie de tal modo que la película sea muy fina (el exceso puede volver con el resto de la masa). Cocina a fuego fuerte y da la vuelta con cuidado.

Los crepes pueden conservarse algunos días envueltos, uno a uno, entre papel transparente.

Para la salsa de chocolate:

120 gr de manteca de cacao
70 gr de leche de soja
20 gr de leche de soja en polvo
14 gr de azúcar
1 rama de vainilla

Parte en trozos pequeños, pica o ralla la manteca de cacao.

En un cazo a fuego lento pon a calentar la leche de soja, junto con la leche de soja en polvo, el azúcar y el interior de la vaina de vainilla; cuando esté tibio añade la manteca y no pares de remover hasta que se disuelva. Reserva.

Sirve la salsa siempre tibia.

Si se enfríe se endurecerá y será difícil sacarla del recipiente pero con calentarlo al baño María será suficiente, después se pasa a un cazo y se remueve a fuego lento para que la salsa, muy grasa, se ligue.


Además, acompañamos el café de piña, coco y diferentes dulces.


Al comer juntos veganos y no veganos en nuestra fuente de turrones conviven ambas opciones


A Dandi le encanta sentarse a la mesa y como se te ocurra ir al baño, a hablar por teléfono o lo que sea ten por seguro que perderás tu sitio.


Todos recibimos un pequeño regalito...


... incluida Cleo.


P.D. Ya estoy de Bob Esponja hasta las narices.

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